Semillero de Currulao

AURA ROSA CARDENAS YBARRA
ESPERANZA AVILA AYALA
MARÌA GIRLEZA CARVAJAL SEPULVEDA
PAOLA ANDREA GARCIA GÒMEZ
IRIS ALEXIS BONOLIS ZURIQUE
LUZ EDITH ROLDAN ECHAVERRIA
GLADYS ESTHELLA PULGARIN JIMENEZ
MARÌA MARICELLA BERMUDEZ MIRANDA
DEIMER DE JESÙS PADILLA MONTES
BLANCA NIDIA ARIAS BLANCO
 






























ACTAS
ESCRITO PROBLEMATIZADOR

LA DESARTICULACIÓN ENTRE  EDUCACIÓN ESPECIAL Y EDUCACIÓN INCLUSIVA


Para  abordar  esta  problemática  tan evidente  y  compleja se  debe  hacer   un recorrido breve  a  través de  los estudios realizados acerca de las capacidades cognitivas de las personas con discapacidades severas,  desde  tres perspectivas que marcan la historia de este campo del conocimiento  enmarcado  en un  modelo deficitario.


Primero, se presentó la imagen de que la falta de expresión inteligible que se da entre algunas de ellas, reducía considerablemente su capacidad intelectual, por lo cual la única manera de "hacerlas inteligentes" era enseñarles a hablar. Algunos colegas Logopedas todavía insisten en su labor enmarcada desde esta óptica.
 

En segundo término, se sugirió que la vida cognitiva de estos sujetos era diferente a la de los demás, por lo cual habitaban en un mundo aparte, más centrados en sí mismos, por lo cual la Discapacidad de por sí provocaría un "desnivel orgánico".
 

En la tercera fase se argumentó que las capacidades cognitivas y las etapas del desarrollo del individuo con Discapacidad son las mismas de otro sin Discapacidad. Consideramos que en cuanto a potencialidades, podría ser cierto, pero en cuanto a oportunidades, aunque se supone que tanto las personas con discapacidades tienen los mismos derechos fundamentales, libertades y responsabilidades que sus congéneres "normales", aún hay una gran brecha.


Algunas instituciones para personas con Discapacidad han seguido un modelo paternalista - asistencialista, ejerciendo el cuidado de "seres extraños de tercera clase". Lo anterior implica dejar a la familia a un lado, con base en esquemas conformados más por mitos que por estudios serios y profundos. Es olvidarse del individuo como ser con sentimientos, necesidades afectivas, fuente inagotable de creatividad e imaginación que está en constante análisis de la cotidianidad (en especial de lo que se comunica dentro de esa cotidianidad). Igualmente de los códigos que se procesan dentro de la familia, produciendo un saber, valores y prácticas que afectan el desempeño social y académico.


Ha de tomarse en cuenta que en la rehabilitación y educación tradicional sigue predominando el diagnóstico autoritario y centralista que restringe el poder de decisión, permitiendo concentrar el poder en quienes aparentemente reciben y procesan los datos. Por el contrario, el diagnóstico transdisciplinario es de carácter participativo, lo cual significa que los técnicos, en conjunto con la familia y la comunidad (en algunos casos), seleccionan el problema en común, se organizan para buscar datos, con base en la realidad. Esto permite procesar y analizar la información, deducir conclusiones y construir operaciones para poner en marcha el plan de intervención terapéutica; todo ello para ampliar la base de las decisiones como ejercicio democrático del poder y la posibilidad de poner en común experiencias compartidas y conocimientos, reflexionados y confrontados con referentes conceptuales ya elaborados.
 
Para romper las prácticas tradicionales asociadas al modelo deficitario, surge la Educación Inclusiva. Esta fue vista en un primer momento como una innovación de la Educación Especial, pero progresivamente se fue extendiendo a todo el contexto educativo, como un intento para que la educación llegara a todos. Sus características fundamentales son:

No discrimina entre persona con o sin discapacidad, la cultura y el género.

Es accesible a todos los estudiantes de una comunidad educativa, sin ningún tipo de excepción.

Todos los estudiantes tienen el mismo derecho a acceder a un currículum culturalmente valioso, acorde con su edad y potencialidades.

Enfatiza en el respeto a la diversidad entre todas las personas y en el propio ritmo de aprendizaje.

La escuela es un sistema educativo, organizado e intencional, de preparación para la vida y de facilitación del desarrollo integral de todas las personas.

La educación inclusiva es ante todo una posición frente a los derechos humanos. La escuela debe producir una respuesta educativa a las necesidades de todos los estudiantes y al principio de igualdad de oportunidades educativas, sin segregar a ninguna persona como consecuencia de su discapacidad o dificultad de aprendizaje, género o pertenencia a una minoría.

Incluir significa ser parte de algo, formar parte del todo. La educación inclusiva enfatiza en cómo apoyar a los estudiantes para que desarrollen sus potencialidades dentro de una comunidad educativa, de tal manera que se sientan bienvenidos, seguros, y alcancen el éxito, con base en un aprendizaje significativo centrado en el individuo.


Sin  embargo, los  niños, niñas  y jóvenes son vinculados a la educación regular sin un diagnóstico real e integral que aborde sistemáticamente sus verdaderos problemas y posibilidades en los planos físico, cognitivo, cognoscitivo, comunicativo, ocupacional, y social,  replicándose muchas  veces en  la escuela  regular  donde  se  tratan  de  integrar la visión paternalista,  en  donde  la visión  de  educación es  la de  la escuela  integrada  donde  se  reconoce  el derecho  a ser  diferente  pero  no  se  cumple, un maestro  que se siente  incapaz  de  comprender  e interactuar  con  estos  niños.

Esta  problemática  se evidencia  en  algunos  centros  educativos  del  municipio  de Turbo, específicamente  en  el corregimiento  de   Currulao  donde las  docentes   se sienten  incompetentes,  temerosas  y  hasta   cierto  punto castigadas  por   verse  obligadas  por  ley  a tender  a  este  tipo  de  población.
Frente  a  estas dificultades   surge  el  interrogante  ¿Cuáles  son  los factores  que  impiden  que  se  articulen  en  contextos  reales  las  teorías  sobre  educación  inclusiva  y la  praxis con  la educación  especial?
Pensamos  que  es urgente  hacer  visible  mediante  cuestionamientos  y análisis  contextualizados, indagando, documentando  la  verdadera  realidad que  se vivencia en  la escuela  como se  logrará  la  aceptación del  niño  tal  como   es;  reconocer el derecho de la persona a su dignidad y respeto, a pesar de su problemática. Es percibir al individuo tal como es, incluyendo sus habilidades y limitaciones, actitudes, sentimientos y comportamientos. En  ese  sentido  el maestro  se  sentirá capacitado para incluir a todos los niños en el proceso de aprendizaje,  mirando  al niño  tal  como  es, centrándose en él  y  no  en  la  asignatura.